domingo, 31 de mayo de 2009

CULTURA WAYÙU



Cada año, durante un fin de semana, entre los meses de mayo y junio, en el norte de Colombia se celebra el principal evento cultural del departamento de La Guajira, conocido como el Festival de la Cultura Wayúu. La sede de este importante Festival es el municipio de Uribia, el asentamiento más grande en Colombia de los indígenas Wayuú.
Con la mezcla de música tradicional, rituales, costumbres, artesanías, foros, expediciones y juegos, los Wayúu muestran al mundo su enorme riqueza cultural que, transmitida de generación a generación en forma de mitos y leyendas, ayudó a conservar sus costumbres ancestrales, tradiciones y el folclor.
Orígenes del Festival
La historia del Festival empezó en el año 1984, con la elección de la primer Mujer Wayúu (Majayut), que decidió mostrar públicamente la esencia de su cultura, a través de bailes, comida, juegos, medicina y música tradicional.
El evento se creó en 1985, con ocasión de la conmemoración de los cincuenta años de la fundación del municipio de Uribia. En el 2006, el Festival de la Cultura Wayúu ha sido declarado Patrimonio Cultural de la Nación.
Actividades del Festival
El Festival de la Cultura Wayúu ofrece una gama muy amplia de actividades para todos los gustos:
Exhibiciones de artesanías
En el parque central de Uribia no solamente se exhiben las muestras de artesanías típicas. El visitante puede observar cómo se tejen las hamacas y las mochilas.
Muestras gastronómicas
Las mujeres Wayúu preparan y ofrecen los platos típicos de su cocina: friche (plato preparado con vísceras de chivo picadas, cocidas en escasa agua con sal y sofritas, luego, en la propia grasa del chivo), mazamorra y chivo asado.
Obras teatrales
En estas actividades participan los niños y jóvenes Wayúu que representan las costumbres tradicionales de su cultura:
el velorio,
el matrimonio,
el baile de la cabrita o Kaulayaa que es todo un carnaval en agradecimiento por las buenas cosechas y la lluvia,
la Yonna que se celebra por motivos especiales de la vida material y espiritual del Wayúu, tales como: ofrecimiento, revelaciones, curaciones, para animar las carreras de caballo, para curar enfermedades, etc.


CULTURA CARIBE




Esta Historia del Caribe en seis volúmenes publicada por la UNESCO apunta a integrar la experiencia histórica de sus pueblos y sociedades desde las épocas más tempranas hasta nuestros días. La región estudiada incluye las costas bañadas por el Mar Caribe allí donde una explicación histórica de las actividades de las sociedades en las islas obliga a una extensión de la frontera al sur o al oeste.
El trabajo ofrece una historia completa del Caribe, centrada en su pueblo y su paisaje, y escrita en la medida de lo posible por historiadores caribeños. En él se reseña lo que es común a todos, así como lo que es peculiar a algunos, al tiempo que se afirma la identidad cultural de la región. El trabajo está organizado por temas, pero se ha tenido en cuenta la cronología tanto para determinar los límites de los volúmenes como para ordenar el contenido de cada volumen. La elección de los temas ha sido determinada, en parte, por la decisión de escribir una historia de la región que sea más que la mera suma de los relatos de las islas y las tierras adyacentes, pero también con vistas a evitar que todo el trabajo quede dominado por las experiencias comunes a toda la región a través de la primacía de azúcar, la esclavitud y la consiguiente presencia militar y política de las potencias europeas. Se ha encontrado espacio para los pueblos, sociedades, culturas y actividades, sin duda menos importantes que el azúcar y la esclavitud, pero lo suficientemente importantes como para haber dejado huella en la cultura contemporánea del Caribe. Entre ellos figuran los primeros inmigrantes, sus sociedades autóctonas, la formación de nuevas sociedades mediante la interacción de los pueblos en un nuevo paisaje, las sociedades periféricas con relaciones recíprocas, tales como taínos, mayas, bucaneros y cimarrones, la transformación de las sociedades europeas criollas en caribeños criollos, el cultivo de productos para la exportación que no eran básicos, y diversas formas de trabajo, los campesinos y los migrantes procedentes de Asia. Los capítulos sobre el siglo XX prestan atención a la continuidad y al cambio, a la lenta modificación de la vida cotidiana, así como a los cambios estructurales y los procesos que hacen la vida en el Caribe contemporáneo diferente a la de siglos anteriores. En el último volumen, los editores debaten acerca de la metodología, la naturaleza de las pruebas de las fuentes orales, y examinan la historiografía de cada territorio, así como la labor que se ha hecho sobre la esclavitud, la resistencia, la emancipación, el origen étnico, de clase, sexo, ideología, el nacionalismo y el imperialismo en la historia del Caribe. Esta historia en su conjunto resume el estado actual del conocimiento histórico que permite narraciones que superan las barreras de la geografía, el idioma y la política. Queda por hacer gran parte del trabajo insular sobre las ideas y los acontecimientos antes de que se pueda escribir una historia del Caribe más ampliamente integrada. Por el momento estos seis volúmenes han establecido los hitos para el trabajo futuro

jueves, 28 de mayo de 2009

CULTURA TAIRONA



En la Sierra Nevada de Santa Marta. en la zona comprendida entre los 6.000 mts. de altura, descendiendo hasta el nivel del mar, habitó la nación Tairona.
Una compleja organización sociopolítica, y un avanzado conocimiento de la ingeniería y la arquitectura se refleja en los restos de grandes obras líticas, plantas de habitación, caminos, muros de contención, escaleras y puentes.
En la zona Tairona aparecen tres tipos de cerámica: la cerámica roja, trabajada con técnica de espiral, de forma globular, subglobular y cilíndrica, decoración de caras humanas y representaciones biomorfas.
La cerámica negra con desgrasante de arena fina y mica, recubierta con un engobe rico en hierro. Característicos de este grupo son vasijas globulares, vasos de cuello alto, jarras con asa central y vertedera, alcarrazas, platos, recipientes tetrápodes y ocarinas antropomorfas y zoomorfas.
La cerámica crema decorada con finas líneas incisas formando rejillas; aparecen copas de pata alta, recipientes tetrápodes, vasos cilíndricos, jarras con vertedera y asa central.
Son frecuentes los rodillos y pintaderas que reproducen improntas de aspecto mítico, con diseños geométricos posiblemente aplicados a un industria textil.





Para los antiguos indígenas Prehispánicos, las piezas de oro tenían dos significados: Por una parte, indicaban la pertenecía a un clan y servían de símbolo para mostrar la relación con alguna especie animal. Tanto el oro como lo representado con él, eran concentraciones de energía superhumana.
Por otra parte, eran los vehículos de intermediación entre los seres humanos y las divinidades, razón por la cual exponían al sol las piezas ceremoniales de oro, de tal forma que entregaban sus ofrendas individuales o colectivas a un sacerdote, quien las depositaba en lagunas o otros lugares sagrados, generalmente cerca de grandes rocas que simbolizaban el espíritu de sus antepasados convertidos en piedra desde el advenimiento del sol y la creación de la luz.
Las lagunas por su parte simbolizaban el útero de la tierra que, al recibir las ofrendas, son fertilizadas y los ríos que nacen allí, esparcían su fertilidad a los sembrados. De allí se generó la leyenda de ELDORADO, que fue descrita así, por Juan Rodríguez Freyle:
"En aquella laguna de guatavita hacían una gran balsa de juncos, adornada lo más vistoso que podían. Desnudaban al cacique y lo untaban y rociaban todo con oro en polvo, de tal manera que iba todo cubierto de este metal; metianlo en la balsa, parado y a los pies le ponían un gran montón de oro y esmeraldas para que ofreciese a su dios.



Museo del Oro Tairona

Descripción

El noroccidente de la Sierra Nevada de Santa Marta fue habitado por grupos de orfebres, artesanos y constructores durante los períodos Nahuange y Tairona. Una tumba excavada en la bahía de Nahuange en 1922 permitió identificar la orfebrería de este nombre, caracterizada por el martillado de narigueras y pectorales en aleaciones de cobre y oro. Desde 200 dC. la gente del período Nahuange vivía de la pesca y la agricultura en aldeas cerca del mar.En el período Tairona, de 900 dC. a 1600 dC., se colonizaron además las montañas y se construyeron ciudades sobre cimientos de piedra conectadas por caminos. En 1514, el cronista Gonzalo Fernández de Oviedo escribía que los indígenas de Santa Marta "tenían joyas de oro, penachos de pluma y mantas con muchas pinturas, y en ellas muchas piedras cornalinas, esmeraldas y casidonias y jaspes y otras". Máscaras, además de adornos, servían para transformarse en hombre-murciélago, el motivo más emblemático del período Tairona. El ave en vuelo fue un símbolo del poder compartido con otros grupos de lenguas chibchas.